miércoles, 16 de diciembre de 2009

PARA AÑORAR

Mi último gran viaje y enorme experiencia fue a Colombia, nada mejor que esta carta que escribí al pueblo Colombiano tras ese hermoso viaje que duró 9 meses y que será inolvidable.


AL PUEBLO COLOMBIANO, PERDÓN POR HABER ESTADO AHÍ

Una vez, cuando era niño, soñé en viajar… leía mis héroes, aquellas cabalgaduras, aquellas batallas, me sentí “capitán en mi barco de papel” que surcaba mis imaginarias olas de mi charco callejero, con mis ojos transparentes reflejados en “mi mar” de aguas turbias, pensamientos que se rompían con la dulce voz de mi madre Carmen y a la que ahora no llego a recordar tras los muchos años de su partida ¡Manolito, pareces bobo… no me oyes? Este niño va ser viajero! Gritaba ella… gritos que añoro y que nunca más volví a escuchar.

Pasaron los años y Manolito fue creciendo, y sus ansias de viajar mucho más, y viajé…

Mí llegada a Colombia, en aquel avión repleto de ilusiones, de gentes cansadas, pero con el rostro de la nostalgia casi curada por la llegada a su país… a su mundo… a sus esperanzas apenas la pude entender. Meses después la entendí con mi partida de mi segunda patria, jamás ningún país de los que conocí representó tanto para mí.

El Manuel que conocisteis al principio se fue transformando, sino en sus valores, si en sus pensamientos y sus creencias. Mi burla continua por lo que veía se iba convirtiendo minuto a minuto en amor a esa tierra, mis chistes se tornaban cada vez más en delicados halagos a los que me acogieron con tanto amor.

El coche… el carro destartalado, oxidado, con los neumáticos… gomas gastadas, dejaron de ser noticia en mi pensamiento para pasar a sensaciones románticas de esas manos mas gastadas aún que las propias gomas, que con alegría y casi sin futuro los conducían… los manejaban.

Aquellos corazones alegres a pesar de las pocas “alegrías” que les daba el nuevo día, que sin ironías te ofrecían los poco que aquellas “manos” poseían. Aquellas gentes amables que sin rencores, borrados por los siglos, me ofrecían.




Quienes sois mis amigos, mis buenos amigos, a los que orgullosamente llevo en mi pecho, como tatuados, mucho más profundo de lo que podéis pensar, más profundos que pueden ser los machetazos de julio, el de la finca, ya sabéis… y que de vez en cuando, cuando pienso en vosotros y no puedo daros lo que vosotros me disteis, sangran de pena mis heridas imaginarias, pero no por ello menos dolorosas. Porque me gustaría teneros siempre cerca, siempre muy cerca de mi, quizás sea egoísmo, pero es la necesidad de tanto cariño como recibí.

Yo nací, hace ya muchos años… en un pueblecito de Extremadura, región denominada “Tierra de Conquistadores” Que mal me suena ese título ahora… allí, en esta Región a la que amo, nacieron Hernán Cortes, Pizarro… y otros muchos, de los que siempre me sentí orgulloso hasta que os conocí, jamás volveré a llamar a un Colombiano sudaca, me habéis enseñado tanta cultura… tanta educación, y sobre todo, tanto respeto a vuestros mayores y a vosotros mismos, me habéis enseñado a pensar en las cosas lindas, sin prisas, me habéis enseñado a querer como se debe querer, me habéis enseñado amar, a saber la diferencia entre el querer y el amar, en el respeto por lo pequeño, por lo insignificante, me habéis enseñado a compartir lo más pequeño y a regalar lo más grande, a valorar cosas que antes pasaban desapercibidas para mi. Y una cosa muy importante, mucho, algo que los españoles hemos ido perdiendo poco a poco, a amar vuestro país, a sentiros orgullosos de vuestra patria, vuestro país y vuestra condición, por eso, a estar orgullosos de ser COLOMBIANOS. Orgulloso llevé vuestra bandera en aquella manifestación por la paz y llegué a la Plaza de Simón Bolivar, nunca tuve miedo de estar en Colombia, y como me decíais en un correo que hace poco me enviasteis: EL PELIGRO DE COLOMBIA ES QUE UNA VEZ QUE LA CONOCES NO QUERRÁS MARCHARTE DE ESTA TIERRA.

Muchas cosas me unen a mi país, al que amo evidentemente, pero me considero más hermano de vosotros que de cualquier francés o italiano, que siguiendo con mi característico humor y haciendo poesía, y sin dejar de ser grosero por mi condición de español, creo que estos franceses e italianos me la agarran todos con la mano…

Los amaneceres en vuestra tierra siempre estaban acompañados con la sonrisa y el mimo de quienes te veían amanecer y que inevitablemente, con el cariño que os caracteriza, daba igual amanecer junto a un río perdido que en el más lujoso mariachis, con el sabor de los huevos pericos o con el paladar áspero del “Viejo de Caldas” Personaje este que jamás olvidaré y que lo llevaré siempre en mi… estomago.

El verdor del paisaje duro y agreste, el frescor de un invierno inexistente para mí o el calor abrasador de un día cálido en vuestros cuerpos e hijueputa para mí, pero igualmente inolvidable. Eterna primavera en Medellín, Cartagena, La Vega, Villavicencio o Armero? Horrible calor asfixiante en Madrid ¿Apenas unas gotas de lluvia al día en Pereira? Diluvio cuasi universal en mi tierra… Tantos climas como expresiones en vuestros ojos, siempre dispuestos a la sonrisa, en esos ojos vi reflejada la condición humana que todo ser desea ver. Las explicaciones del “Viejo Wili” a mis preguntas casi infantiles. La mirad, a veces triste, a veces sonriente, a veces insultante, pero siempre cariñosa de mi eterna amiga Deisy. Deisy… Luz Deisy… Que ha significado para mi esa mujer? Ha significado la luz y el caer de mi venda de mis ojos incrédulos, el conocer a fondo una tierra, que no olvidada, sino lejana, si tardía en su descubrimiento, a pesar de aquellos mal llamados descubridores, pues nadie descubre lo que ya había nacido, ella deja huella en cada rincón de su alma.

La calma, vuestra calma ante situaciones de infarto por estas tierras, el estrés es un individuo de Nigran (pueblo de Galicia) que a pesar de estar allí, nunca viajó a Colombia.

Para no cansaros más, y en definitiva que mi intención, con esta carta es que entendí, cuando os conocí, que España tiene una deuda Histórica con vuestro… con mi pueblo Colombiano, aquellos que llegaron con espadas, aquellos que se llevaron el oro…( el verdadero oro se lo dejaron allí, y seguro que muchos estáis pensando que mi frase seguiría diciendo que mujeres, pero no, el verdadero oro de Colombia evidentemente son los Colombianos) aquellos que hoy no pueden hablar… Pues quiero haceros este humilde homenaje, pediros perdón por interrumpir vuestra infancia, la infancia de vuestros ancestros, vuestro crecimiento, por interrumpir vuestra cultura, porque tengáis que llevar apellidos como Patiño originario de la ciudad romana amurallada de Lugo, provincia de Galicia, donde actualmente vivo, o Góngora, sacerdote, poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, allá por el 1.561, o calderón, Pedro Calderón de la Barca que nació en Madrid, en 1600, importante poeta también, o Castiblanco, pueblo del sur de España, concretamente de Sevilla, donde ocurrieron terribles sucesos en una huelga. Ni que decir de Hernán… sobran las palabras… tantas y tantas palabras españolas que me recordaban a diario esa deuda.

Cuanto me hubiera gustado que esos apellidos fueran Kimbaya, Tenjo, Zipaquirá… Tenjo… me costó quedarme con esos nombres, pero recuerdo con cariño que para acordarme de Tenjo cantaba aquella canción que decía: TENJO UNA MUÑECA VESTIDA DE AZUL…. Jajaja. No quisiera olvidar a nadie… EN REALIDAD JAMÁS PODRÉ OLVIDAR A NADIE.

Tantas y tantas cosas…. Tantas y tantas sensaciones…. Tantas y tantas osadías que disfruté y que nunca olvidaré, ni puedo ni quiero, que leches… Que cojones… Aquella tarde en una piscina cualquiera, en un día cualquiera donde afloraban tantas sensaciones, aquel vino español o chileno, o argentino o que más da, vino al fin y al cabo… pero que unió sentimientos inolvidables, sentimientos que unen para toda una vida, sentimientos que rayan el dolor que se sufre en la distancia. Sabe quién a Chente recuerda con su canción un millón de primaveras, tantas veces repetida en mi corazón y que me quedan doscientos años más para adorarte (letra que nunca aprendí, por mi ansiedad de escuchar tan lindos versos)

Algunos adioses emitidos por la cordura, que no por el corazón, al que es fácil remitirse en una excusa clara de valentía o cobardía, según se mire, pero solo cuestión de sentimientos o culturas enfrentadas o en realidad de futuros enfrentados y que… al final estoy seguro que serán de agradecer, lejos de ser cobardía, entiendo son de valentía, valentía opuesta al sentimiento físico que no al humano o del corazón.

Y para terminar, alguna vez os he dicho que mi vida sigue “tirando” sin que esta acepción suponga lo que significa en “nuestra” Colombia jajaja, más allá de su significado etimológico, que mi vida sigue adelante y que siempre, siempre os recuerdo con cariño, diría yo con amor, lindo, chévere, rico… (llegado a este punto, sé que las risas brotarán de vuestro corazón de quienes me conocisteis más profundamente)

OS AMO… NO ME OLVIDEIS, A MANUEL, QUE UNA VEZ ESTUVO EN VUESTRA TIERRA Y SE ENAMORÓ.


4 comentarios:

  1. Manuel, cuanto me alegro que te hayas unido a los blogeros, y si los de nosotros dos te han animado a montar el tuyo ¡¡Estupendo¡¡.
    Bonita carta la que has escrito, se nota lo que quieres esa tierra, ojalá consigas lo que quieres.
    Un abrazo

    Pilar

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  2. Me alegra que te hayas decidido a crear tu propio blog y que a través de él nos puedas contar tus vivencias como tú mismo reflejas en el título.
    La utilidad que tiene el hacer un blog, además de consumir buena parte de tu tiempo, es que te permite conectar con mucha gente (incluidos franceses e italianos), poder hacer pública una parte de tu vida o contar historias y conocer a gente interesante, que de todo hay.
    Un abrazo
    Jorge.

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  3. La verdad es que la inspiración vino de vosotros, primero de ti Jorge, porque ambos amamos la cocina (que no limpiarla) y por Pilar, pues me encanta escribir tanto o más. A ver que resulta, me gustaría que dejaran sus viviencias, aquellas vivencias que merecieran la pena ser leidas y que digan algo.

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  4. Tener problemas es invitable,,,,,,,,,,
    ser derrotado por ellos...es opcional.
    contigo nunca han podido los problemas
    eres cojunudo primo.

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